Los yates forman parte de las embarcaciones más populares del mundo, debido a que su estética es bastante lujosa y además son diseñados con muchos elementos que hacen que transportarse en ellos sea una experiencia verdaderamente grata. Son muchas las personas en el mundo que constantemente están disfrutando de sus yates en las vacaciones.
En los yates, se pueden incluir varios elementos tecnológicos, que facilitan aún más la utilización de estos medios de transporte marino. Entre dichos elementos, se encuentran los radares, que son dispositivos que sirven para detectar los destinos, mediante las frecuencias que son enviadas a través de antenas. Actualmente, los radares se siguen utilizando en la mayoría de yates.
En algunos casos, las embarcaciones ya tienen incluidos estos aparatos una vez que son comercializados, pero también existe la posibilidad de que quien haya comprado o rentado el yate, necesite incluir este artefacto, en caso de que el viaje que se vaya a realizar sea largo, y necesite algún tipo de dirección para navegar en rutas que no representan un peligro demasiado grande para los tripulantes.
La función principal de los radares, es evitar que haya peligro, ya que quienes conducen pueden ojear pantallas, en las que se pueda observar el camino que se está tomando, y de ese modo evitar cualquier tipo de inconveniente, que dé como resultado accidentes, que también pueden convertirse en tragedias si no hay el cuidado adecuado.
Muchas personas opinan que estos radares, más que ser de ayuda, pueden ser bastante peligrosos, mientras que hay quienes afirman lo contrario. En el presente post, te expondremos los puntos a favor y en contra de estos artefactos, para que seas tú quien saque sus propias conclusiones. Sigue leyendo y será más fácil para ti, determinar la respuesta a la interrogante planteada en el título.
Todo depende del estado en el que se encuentre
Es indispensable que consideres esta afirmación, ya que cuando los radares se encuentran en buen estado, es decir cuando su funcionamiento es óptimo, pueden ser muy beneficiosos para las tripulaciones, debido a los puntos que fueron expuestos con anterioridad. Por otra parte, cuando no están en óptimas condiciones, existe la posibilidad de que sus captaciones sean fallidas.
Cuando los rastreos son imprecisos, pueden ocurrir accidentes, ya que si quien está capitaneando el yate es guiado por un radar, que marca una ruta que no es segura, puede haber graves consecuencias, tal como ha sucedido en algunos casos, que han sido conocidos a nivel mundial, donde muchas tripulaciones han sufrido tragedias al navegar en aguas profundas o con muchos obstáculos.
Al comprender esto, se puede concluir que antes de utilizar algún radar en cualquier tipo de embarcación, es indispensable corroborar que este funcione correctamente, y además de ello, es recomendable que la persona que esté manejando el barco sepa exactamente cómo leer las indicaciones de este aparato, para evitar desvíos.
Si no cuentas la persona que está conduciendo no sabe cómo funciona el radar, lo más recomendable es que no se utilice como dirección.