Viajar en yate de Cartagena a San Andrés es una de esas experiencias que transforman un simple recorrido en una aventura inolvidable. El Caribe colombiano, con sus aguas turquesa y cielos despejados, se convierte en el escenario perfecto para quienes buscan combinar lujo, naturaleza y libertad en un solo trayecto. No se trata solo de llegar a un destino paradisíaco, sino de disfrutar de cada instante de la travesía.
Desde Cartagena, una ciudad cargada de historia, arquitectura colonial y vida cultural vibrante, partir en yate representa iniciar un viaje con sabor a descubrimiento. El contraste entre las murallas centenarias y la modernidad de los yates crea un ambiente especial donde pasado y presente se encuentran frente al mar. Este punto de partida se convierte en una invitación a dejar atrás la rutina y entregarse al encanto del océano.
La ruta hacia San Andrés no es solo un trayecto náutico, es una experiencia sensorial. El viento marino, el vaivén de las olas y el horizonte que se expande sin límites son parte de un espectáculo natural que acompaña a cada navegante. A bordo, el tiempo adquiere otro ritmo: las conversaciones fluyen, los atardeceres se convierten en postales vivientes y la conexión con el mar se vuelve más profunda a cada milla recorrida.
San Andrés, con su famoso mar de siete colores, es la recompensa final de esta travesía. Pero más allá de las playas cristalinas y la calidez isleña, llegar en yate ofrece un privilegio adicional: contemplar la isla desde mar abierto, con una perspectiva única que enmarca su belleza en un cuadro natural inigualable. Esta ruta soñada es mucho más que un viaje, es la promesa de una vivencia que quedará grabada en la memoria para siempre.
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El encanto de zarpar desde Cartagena

Cartagena no es solo un puerto de salida, es un destino que merece ser disfrutado antes de iniciar la travesía. Sus calles empedradas, su gastronomía caribeña y su vida nocturna hacen que muchos viajeros dediquen unos días a explorar la ciudad antes de embarcarse. Partir desde aquí permite conectar con la historia y el legado cultural de Colombia, mientras se prepara el espíritu para una aventura marítima.
La marina de Cartagena ofrece diversas opciones de yates, desde embarcaciones privadas de lujo hasta alternativas para grupos que buscan una experiencia más compartida. Aquí es donde los viajeros deciden cómo será su travesía: íntima, romántica, festiva o de exploración. Esta flexibilidad convierte el viaje en una experiencia totalmente personalizada.
El trayecto hacia San Andrés en yate
La distancia entre Cartagena y San Andrés ronda las 400 millas náuticas, lo que representa una navegación de entre 40 y 50 horas, dependiendo de las condiciones climáticas y la embarcación. A lo largo del camino, el océano se presenta como un escenario de calma y misterio, donde el horizonte parece no tener fin.
Durante la travesía, es común realizar paradas en pequeñas islas y cayos que forman parte del archipiélago de San Bernardo y Providencia. Estos lugares ofrecen aguas cristalinas ideales para nadar, practicar snorkel o simplemente relajarse en playas vírgenes. Cada escala agrega un matiz especial al viaje, transformando el trayecto en un recorrido lleno de descubrimientos.
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Vivir el lujo y la libertad en alta mar

Viajar en yate ofrece comodidades que convierten el trayecto en una experiencia de lujo. Camarotes equipados, cocinas a bordo, terrazas para disfrutar del sol y servicios personalizados hacen que cada detalle del viaje esté pensado para el confort. Sin embargo, más allá de las comodidades materiales, lo que más seduce es la sensación de libertad.
En alta mar, cada día es diferente. Los amaneceres se viven con una serenidad especial, los mediodías son perfectos para descansar sobre cubierta y las noches se llenan de estrellas que parecen más cercanas que nunca. Esta conexión directa con la naturaleza es uno de los mayores tesoros de navegar en yate de Cartagena a San Andrés.
La llegada a San Andrés en yate
Divisar San Andrés desde el mar es un momento emocionante. La isla aparece en el horizonte rodeada de un mar que cambia de tonos entre azul profundo, verde esmeralda y turquesa. El arribo en yate permite acceder a caletas menos concurridas, evitando el bullicio de los muelles principales y disfrutando de una llegada más íntima y exclusiva.
Una vez en la isla, el contraste entre el ambiente tranquilo de la travesía y la vibrante cultura isleña se hace evidente. San Andrés ofrece música, gastronomía criolla, deportes acuáticos y la calidez de su gente, complementando la experiencia de quienes han llegado por mar.
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Recomendaciones para disfrutar la travesía

Antes de emprender esta ruta soñada, es fundamental planificar con cuidado. Contar con un capitán experimentado y verificar las condiciones climáticas son aspectos esenciales para garantizar un viaje seguro. Además, llevar el equipo necesario para actividades acuáticas, protector solar y provisiones frescas hará que la experiencia sea aún más placentera.
Quienes viajen por primera vez en yate deben estar preparados para adaptarse al ritmo del mar, donde la paciencia y la contemplación forman parte del encanto. Lo más importante es disfrutar del viaje tanto como del destino, porque cada milla recorrida es parte de la experiencia.
Una travesía que queda en la memoria
Navegar de Cartagena a San Andrés en yate es mucho más que un simple traslado: es un viaje que combina historia, lujo, aventura y naturaleza. Desde el encanto colonial de Cartagena hasta la magia caribeña de San Andrés, el trayecto se convierte en un puente entre dos mundos, unidos por el mar. Para quienes buscan vivir una experiencia única y diferente, esta ruta representa un recuerdo imborrable y la oportunidad de descubrir el Caribe desde una perspectiva privilegiada.
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Preguntas frecuentes
¿Cuánto dura el viaje en yate de Cartagena a San Andrés?
El trayecto suele durar entre 40 y 50 horas, dependiendo de las condiciones del mar y el tipo de embarcación.
¿Es necesario experiencia previa para viajar en yate?
No, ya que se puede contratar un capitán y tripulación que se encarguen de la navegación.
¿Qué actividades se pueden realizar durante la travesía?
Además de relajarse, se pueden practicar deportes acuáticos, nadar en aguas cristalinas o explorar cayos en el camino.
¿Cuál es la mejor época para realizar este viaje?
La temporada seca, entre diciembre y abril, es ideal por sus condiciones climáticas favorables.
¿Qué diferencia tiene llegar a San Andrés en yate frente a un avión?
La travesía en yate ofrece una experiencia más exclusiva, relajada y en contacto directo con el mar, convirtiendo el trayecto en parte esencial del viaje.
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